Orbicular


Amanecieron juntos por primera vez, o al menos eso era lo que ella creía, pues el ya había estado en esa cama antes con su disfraz de sábana.
Estaba muy confundida por esa inesperada unión, aunque el siempre estuvo cerca:

Cuando se bañaba
Él tenía puesto el disfraz de regadera
Cuando hablaba
Él vestía de teléfono para estar junto a sus labios
Inclusive, a veces, la acompañaba a su oficina en forma de portafolios y rápidamente se cambiaba el vestido para ponerse una incomoda, pero muy precisa, réplica del sillón del escritorio.
Él comenzó a sentirse muy confundido con tantos cambios de personalidad; de sábana a regadera, de teléfono a portafolios; tuvo que armarse de valor y hacer un disfraz nuevo.
Tomó un pantalón, el mejor que tenía en su ropero, compró una playera y se puso un poco de perfume para dar un toque de elegancia.
Se acercó a ella con plena tranquilidad y se presentó en su versión original; entonces... amanecieron juntos por primera vez, o al menos eso era lo que ella creía, pues el ya había estado en esa cama antes.


Raúl Jordán Hernández

Jueves 20 de agosto de 1998



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