Orbicular
Amanecieron juntos por
primera vez, o al menos eso era lo que ella creía, pues el ya había estado en
esa cama antes con su disfraz de sábana.
Estaba muy
confundida por esa inesperada unión, aunque el siempre estuvo cerca:
Cuando se bañaba
Él tenía puesto el disfraz de
regadera
Cuando hablaba
Él vestía de teléfono para estar junto a sus
labios
Inclusive, a veces, la acompañaba a su
oficina en forma de portafolios y rápidamente se cambiaba el vestido para
ponerse una incomoda, pero muy precisa, réplica del sillón del escritorio.
Él comenzó a sentirse muy
confundido con tantos cambios de personalidad; de sábana a regadera, de
teléfono a portafolios; tuvo que armarse de valor y hacer un disfraz nuevo.
Tomó un pantalón, el mejor
que tenía en su ropero, compró una playera y se puso un poco de perfume para
dar un toque de elegancia.
Se acercó a
ella con plena tranquilidad y se presentó en su versión original; entonces...
amanecieron juntos por primera vez, o al menos eso era lo que ella creía, pues
el ya había estado en esa cama antes.
Raúl Jordán Hernández
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